Conceptos arquitectónicos
El desarrollo y el bienestar dependen de la dedicación de todos los actores de una comunidad. En democracia tanto quienes reciben la responsabilidad de dirigir como quienes la otorgan deben tenerse presentes, verse, encontrarse con frecuencia en lo cotidiano. Curiosamente, es la ciudad misma la que muchas veces se interpone, apartando unas zonas de otras con los innumerables cambios que sufre en la vida moderna. Se hace siempre necesario reconstruir en la ciudad. Es nuestra creencia que la propia Arquitectura debe proporcionar los fundamentos de la reconstitución del tejido urbano. A eso quiere colaborar el proyecto de este nuevo centro cívico: a unir lo cotidiano a lo ciudadano. San Joaquín es una comuna que a la vez no cuenta con elementos de identidad, pero que tiene una estructura apta para su desarrollo armónico. Una muy bien constituida red vial, la inexistencia de polos duros que impidan o condicionen la planificación urbana de la comuna, la existencia de un privilegiado y expectante terreno en el centro de esta trama, y la necesidad de una oferta de servicios inexistente en la comuna posibilitan pensar en intervenciones arquitectónicas que incentiven positivamente su desarrollo. En este sentido, la importancia de la intervención propuesta trasciende sus necesidades programáticas, y le dan un valor más global. Metafóricamente, el nuevo centro cívico será una primera piedra para una comuna que se reconstruye. Una piedra arrojada con precisión en el centro de una laguna, expandiendo una onda que repercuta de extremo a extremo. Por eso el proyecto es esencialmente un lugar de encuentro; una plaza que se hará visible desde todos lados por medio de una torre, icono de su centralidad. Concebir el conjunto no como una simbología del poder, sino como "ágora" de la actividad ciudadana nos parece, por tanto, muy adecuada. Espacio que congrega la libre discusión, que hace sentir al ciudadano como "parte de"; que representa la forma en que la ciudad enfrenta su futuro y manifiesta su vivir en democracia. La cercanía de la autoridad (tanto rectora como servidora) es ya una mejora significativa de la calidad de vida en una comuna. Será en la dimensión horizontal de una plaza donde el proyecto ofrecerá a la comunidad el lugar para lo cotidiano. La plaza como lugar de encuentro, como espacio de paso y también de llegada, verdadero centro para lo ciudadano. El destino de este espacio, su "modo de funcionar" y su servicio urbano es mostrar a la gente de San Joaquín como el elemento esencial. Mostrar un espacio para lo social, expresa quién es y para quién es la organización de lo democrático. Las instituciones que la organizan y resguardan -el municipio, el registro civil, los juzgados civiles, y otros servicios- están alrededor, y configuran con su presencia el carácter cívico de lo cotidiano, al mismo tiempo que expresan su vocación de servirlo.La plaza
Proponemos que el Centro Cívico sea una sola identidad de claro reconocimiento desde su componente formal incluso; se ha propuesto una composición elíptica, que en juego de vacíos (plaza) y llenos (edificio de servicios del municipio) se manifiesta como una única identidad al servicio de la gente. En este vacío se expone el ciudadano como protagonista de los sucesos, y es un lugar de eventos, manifestaciones cívicas, cultura. Con su diseño oval trazado por una columnata traspasable, está abierta en la esquina de las arterias más importantes de la comuna: Av. Carlos Valdovinos y Av. Las Industrias. Está rodeada de los edificios del conjunto que en sus primeros pisos también son transparentes y traspasables para el público. Sobre la columnata, una galería pública conecta los edificios y servirá para contemplar desde la altura la actividad en la plaza.La sala del cabildo
En medio de la plaza, a la vista de la comunidad, la sala del cabildo se ubica simbólicamente como expresión de su origen democrático y de la legitimidad de las decisiones que se toman en su interior. La comunidad, que en la realidad es el público de la plaza, manteniéndose en una ubicación jerárquica podrá ver a sus representantes sesionando. El diseño de su pared curvada de cristales, como membrana sensible al movimiento de la plaza y vida de los ciudadanos, hace eco en las paredes vidriadas de los edificios del conjunto, y desde ahí sobre los distintos departamentos municipales encargados de materializar las decisiones de los representantes de la comuna.La torre y el edificio municipal
La torre es expresión de la colaboración de voluntades políticas y económicas que demanda la ciudad de hoy para su desarrollo. En ella se ubicarán oficinas de servicios comunitarios y profesionales, complementarios a los municipales, pero también las oficinas del área político administrativa (Alcaldía, Concejo y Secretaría Comunal), y los órganos asesores (Departamentos de Comunicaciones, Dirección Jurídica, Dirección de Control y SECPLAC). En el edificio de tres pisos estarán los departamentos municipales del área técnica y los servicios que atienden público (Dirección de Obras, Dirección de Tránsito, Tesorería, etc.). También se ubicarán el Juzgado de Policía Local y las oficinas del Registro Civil. El hall de público -un solo espacio compartido- no es sino una extensión techada de la plaza (aunque físicamente un espacio interior abrigado), que comparte su mismo espíritu colectivo.Edificio comercial
Como un complemento a la vida del barrio cívico, un edificio de locales comerciales estará destinado a las oficinas servicios públicos como Servipag, INP, Correos de Chile, FONASA, pero también locales comerciales de equipamiento comunitario. También en él podrán instalarse oficinas profesionales, una notaría, farmacias, bancos y tiendas diversas. En el primer piso habrá espacio para posibles restaurantes.Contexto
Por último, no menos importante es la forma en que el proyecto se integra a su entorno. Al Centro se accede por una columnata abierta que define sus límites a la vez que da jerarquía a sus bordes; más trascendente aún es la abertura que el conjunto establece hacia el Parque Isabel Riquelme, que integra visualmente al complejo. Se unifica el corazón político y el pulmón verde de la comuna. De la misma forma, la expectante posición de la torre principal, remate del ensanche producido por el parque Summar contiguo, gesta la idea de ser la piedra inicial del desarrollo cívico que se pretende otorgar a la avenida Carlos Valdovinos entre este punto y Av. V. Mackenna.Conclusión
La Arquitectura pública en Chile debiera enfrentar un proceso de replanteo. No en vano el tema de cómo hacer ciudad ha sido el tópico casi exclusivo de la discusión pública de la disciplina. ¿Cómo debe responder el espacio físico ciudadano a nuestra condición de nación democrática? Este difícil dilema no siempre encuentra adecuada solución. No tienen lugar ya los templos de la autoridad, sino la gravitación del ciudadano quien debe asumir el protagonismo del espacio social. Creemos que este proyecto tiene la trascendencia de materializar esta nueva visión. No sólo está en él la importante labor de ser un impulso al desarrollo urbano de esta comuna, o de armonizar, retroalimentar y hacer partícipe a la inversión privada en el requerimiento público y social, si no que por sobre todo, de representar un posible modelo de cómo se debe enfrentar el hacer ciudad para los habitantes. En este sentido, el mayor potencial de este proyecto es la oportunidad que las acciones urbanas de la Comuna de San Joaquín trasciendan a toda la urbe.